Los divertículos son “bolsillos”  o bolsas que se forman en la pared intestinal. Se llaman “evaginaciones” porque se forman hacia afuera. Son muy frecuentes en el adulto mayor y se forman preferentemente en la porción del intestino grueso llamada colon.
Estas bolsas o divertículos se forman por distintas razones:
– Porque la pared intestinal está debilitada por la edad.
–  Porque la dieta a la que estamos acostumbrados durante nuestra adultez no es muy rica en fibras.
– Por sufrir constipación o estreñimiento con frecuencia
– Lo anterior conduce a que al defecar el intestino soporte mayor presión (la persona debe hacer más fuerza)
Una persona puede tener divertículos en su intestino y no tener ningún síntoma. El médico puede detectar bolsas en la pared del colon, por ejemplo, cuando realiza pruebas por otras razones.  Entonces diagnostica al paciente con diverticulosis y le indicará una dieta rica en fibras para que esos divertículos no se inflamen
También puede ocurrir que tenga síntomas leves o esporádicos como diarrea o constipación.
Cuando los divertículos o bolsas intestinales se inflaman, infectan o rompen, la condición se llama diverticulitis.
 

Diverticulitis: causas

No se sabe bien cuál es el mecanismo exacto de formación de esas bolsas intestinales. Se sabe que una dieta rica en fibras disminuye las probabilidades de que se formen.
Cuando se produce constipación hay un bloqueo del paso de las heces. Esta es una de las causas por la que los divertículos se inflaman o infectan, produciendo diverticulitis.
Una persona puede tener toda su vida divertículos intestinales y éstos no inflamarse nunca si se sigue una buena dieta. Pero en el 20% de los casos (aproximadamente), éstos se inflamarán y provocarán la condición llamada diverticulitis.
También el estrés y la ansiedad en combinación con una dieta desequilibrada en adultos mayores de 50 años influyen en la inflamación de los divertículos.
Otras causas que aumentan las probabilidades de formación de divertículos intestinales son:
– La obesidad, el cigarrillo, la falta de ejercicio, el consumo  por mucho tiempo de ciertos medicamentos, como algunos anti inflamatorios y la aspirina, y la disminución de las bacterias saludables del intestino (o flora intestinal).
 

Diverticulitis: síntomas

Los pacientes suelen presentar cuadros clínicos clásicos con dolor en el abdomen (frecuentemente fosa iliaca izquierda), fiebre y aumento de la concentración de las células blancas en la sangre. También pueden presentar diarrea, náuseas y sangrado rectal. El dolor abdominal puede ser muy intenso y aparecer de repente, pero también puede comenzar como dolor leve e incrementarse con los días. El sangrado diverticular también puede causar mareos o sensación de mareo y debilidad.
En general, el paciente necesita acudir al médico de forma urgente, quien le indicará distintos estudios, entre ellos una Tomografía Computada o TAC.
 

Diverticulitis: tratamiento

Si la diverticulitis aguda no se ha complicado, se sigue un tratamiento conservador que consiste en:
-Dieta líquida
– Suero intravenoso
– Antibióticos de amplio espectro (actúan sobre una gran cantidad de bacterias)
– Anti inflamatorios específicos como la mesalamina por vía oral o rectal
– Reposo
Cuando en los divertículos se forman abscesos se suele recurrir a la Tomografía 3D, que además de localizar dónde están ubicados, permite drenarlos. De esta forma se elimina la mayor cantidad posible del foco infeccioso, pero se sigue con el tratamiento mencionado antes.
Cuando estos divertículos se inflaman tanto que producen obstrucción también se suele indicar aspiración nasogástrica o enemas.
La mayoría de los pacientes que presentan un episodio de diverticulitis se recuperan sin complicaciones en 3 o 4 días. Casi el 70% de ellos no sufrirán nunca más un episodio. Pero la minoría restante puede volver a sufrirlo o tener un episodio de diverticulitis complicada.
Cuando hay complicaciones, puede ocurrir la ruptura del divertículo hacia afuera del intestino ocasionando una peritonitis que es muy grave. En ese caso se realiza una cirugía urgente.
Otra complicación es la obstrucción del intestino que no se puede solucionar con el tratamiento, o que los divertículos inflamados se adhieran a otros órganos, como la vejiga. En esos casos también se recurre a la cirugía. El médico puede decirle que debe practicar una “laparotomía”. Este término significa justamente “cirugía abdominal”.
Luego que el paciente se haya recuperado de la cirugía y le den el alta médica, seguramente deberá seguir una dieta especial rica en fibras.
También es posible que el médico le indique incluir en su dieta algún alimento probiótico, es decir que tienen algún microorganismo vivo agregado, que es beneficioso para la salud. Algunos son muy conocidos, como el yogur. Otros son el kéfir, el chucrut o los que se encuentran en los supermercados en la sección de lácteos que dicen contener “Lactobacilo”.
 
Fuentes:
– eMedicine Health : Diverticulosis and Diverticulitis
– U.S. Department of Health and Human Services : Enfermedad diverticular
– Revista Española de Enfermedades Digestivas, Vol 107. Nuevas tendencias en el manejo de la diverticulitis y la enfermedad diverticular del colon

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