Cuidar a un adulto mayor

Cuidar a un adulto mayor, cuando se trata de un familiar, es emocionalmente muy demandante, pero además será difícil manejar la situación si no te organizas adecuadamente. La frustración, confusión y el tiempo perdido que origina el desorden de indicaciones o espacios, tarde o temprano afectarán tu tarea.

Incluso si eres un cuidador a domicilio de adultos mayores profesional o llevas un tiempo en este trabajo encontrarás que estos recursos siguen siendo muy útiles.

Los cuidadores de salud, asistentes gerontológicos o cuidadores a domicilio están aprendiendo todo el tiempo. Ningún caso es igual a otro. Sin embargo, estar tan organizado como sea posible y tratar de permanecer así puede ayudarnos a aliviar el estrés y usar nuestro tiempo de manera más eficiente.

Organizarse significa que un esfuerzo relativamente pequeño todos los días resulta en un alivio muy grande en contratiempos o situaciones de emergencia. Estos son recursos que deberías tener en cuenta sí o sí para la rutina diaria.

¿Cómo organizarte cuando debes cuidar a un adulto mayor?

1- Guarda todos los papeles en el mismo lugar

Deberías tener como mínimo una carpeta acordeón para archivar los papeles en secciones. Si no es posible, toma una carpeta tamaño oficio con anillos y agrégale separadores etiquetados.

Esa carpeta debe estar bien a mano y a la vista, para que cualquier persona que te reemplace pueda consultarla. Algunas de las secciones a incluir son:

  • Lista de nombres y números de teléfonos de médicos y otros profesionales de la salud
  • Datos de contacto de familiares en caso de emergencia
  • Datos de contacto de cuidadores alternativos en caso de que se necesiten
  • Información de los medicamentos que debe tomar, dosis y para qué sirven
  • Recetas de medicamentos
  • Historia clínica y diagnósticos médicos
  • Facturas y comprobantes de la aseguradora

Mucha gente prefiere llevar un archivo digital con estos datos, generalmente en el teléfono. El problema es que no todas las personas implicadas en el cuidado suelen tener acceso a ese archivo, por lo que hacerlo a la vieja usanza, en papel, puede tener beneficios en caso de emergencia.

2- Documentos personales organizados

Los adultos mayores suelen tener sus documentos personales a buen resguardo, pero es una buena idea ubicarlos y ordenarlos desde el primer día. Documento de identidad, carnet de aseguradora, partida de nacimiento, libreta de casamiento, etc. deben estar a buen resguardo, pero a mano.

3- Finanzas personales y del hogar

Las familias suelen preferir manejar este tema personalmente. Si eres quien se encarga de esto, deberías preguntar y organizar lo antes posible los asuntos financieros de tu padre o madre.

Reúne la documentación bancaria, claves de acceso, tarjetas de crédito o débito, comprobantes de créditos, hipotecas, escrituras, etc.

Organizarse con las facturas a pagar es vital para evitar al adulto mayor situaciones como reclamos de pago o cortes de servicio. Todas las facturas de luz, teléfono, gas, etc. que lleguen al hogar deben guardarse en un sólo lugar. Organizar un calendario con las fechas de vencimiento te aliviará de corridas de última hora.

4-Organiza los medicamentos

Aunque creas que ya eres un experto en cuidar a un adulto mayor, no estás exento de cometer errores. Los apuros, el cansancio o el estrés pueden llevarte a que confundas los horarios de administración de medicamentos y las dosis.

Aprender a manejar los medicamentos debe ser una de las primeras tareas al cuidar a un adulto mayor. Además de una lista donde escribes el nombre del medicamento que está incluida en la carpeta del punto 1, debes tener un sistema para guardar e identificar cada medicamento.

No creas que los ancianos son los únicos que se olvidan si han tomado una pastilla o no. A todos nos pasa cuando hacemos lo mismo día tras día. Si no utilizas una caja organizadora (hay muchos modelos en las tiendas y farmacias) donde puedas poner cada dosis, muchas veces te preguntarás si ya le has dado el medicamento de la cena o el de la presión arterial del día de hoy.

Si no puedes encontrar un recipiente adecuado tendrás que llevar una planilla cuadriculada donde tildarás la casilla correspondiente a cada medicamento o dosis.

Evitar equivocaciones en este aspecto al cuidar a un adulto mayor puede ser una cuestión vital.

5- Prepara una lista de tareas pendientes

Incluso si los horarios y actividades parecen bastante rutinarios, preparar una pizarra o lista en papel donde puedas anotar rápidamente lo que debes tener en cuenta más tarde o mañana liberará tu mente para concentrarte en otras cosas.

Si lo prefieres puedes utilizar alguna app de lista de tareas en tu teléfono móvil, especialmente si tu lista es privada.

6- El cuaderno diario y de observaciones

Las personas que se dedican a cuidar a un adulto mayor profesionalmente y las enfermeras utilizan un cuaderno diario o de enfermería donde dejan asentado todas las tareas realizadas durante su turno, las observaciones sobre el paciente, la medición de indicadores (como la temperatura corporal) si corresponde, visitas, etc.

Ese cuaderno debe ser una verdadera bitácora para registrar toda la actividad diaria pues no sabes cuándo podrías necesitar esa información.

7- Un calendario grande en la pared

Aunque estamos en la época de los móviles y tabletas con agendas plenas de funciones, tener un calendario con casillas grandes es lo mejor cuando debes cuidar a un adulto mayor. Anotar allí las citas médicas y de cualquier índole de la persona que cuidas evitará confusiones con el resto de los cuidadores y la familia.

8- Organiza tus ratos de descanso

Que te dediques a cuidar a un adulto mayor no significa que debas dejar de lado tu vida personal, tu salud, tu familia y tu tiempo de descanso.

Como mínimo deberías organizar un horario para escuchar la música que te gusta, hacer un poco de ejercicio, conectarte con un grupo de apoyo en la computadora o simplemente relajarte unos minutos. En el resto de tu día, procura seguir en contacto con tus amigos y disfruta de un tiempo a solas. Si te cuidas bien podrás cuidar a tus seres queridos o a tus pacientes durante mucho tiempo.

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