Los trabajadores del rubro salud están considerados como los profesionales que más estrés sufren. De hecho, en algunos países, tienen más vacaciones que el resto: una semana extra por año conocida como “semana sanitaria”.
Cuidar a un paciente o adulto mayor en un entorno domiciliario, con varios familiares implicados en el proceso, puede ser complejo, desafiante y estresante para el personal; esto puede afectar la calidad de la atención brindada, provocar tensión laboral y agotamiento, y aumentar las tasas de enfermedad, ausencia y rotación.
Lo mismo ocurre cuando el cuidador en domicilio es un familiar, sumado a la carga emocional que significa ser responsable por el bienestar físico de un ser querido. Con el tiempo, los cuidadores suelen tener un umbral más alto de respuesta al estrés, porque ya están acostumbrados a la tensión. Pero todos tenemos un punto donde comenzamos a mostrar síntomas, y estas son algunas de las señales de estrés del cuidador familiar:
1. Malhumor o irritabilidad
2. Una sensación de estar abrumado
3. Aislamiento, pocas ganas de hablar en el trabajo o en el hogar
4. Pensamientos ansiosos o acelerados
5. Dificultad para concentrarse
6. Falta de criterio para decisiones rutinarias
7. Dolor de barriga
8. Dolor en el pecho, latidos cardíacos rápidos
9. Dificultad para dormir
10. Dolores inespecíficos en el cuerpo
11. Resfríos frecuentes
12. Falta de apetito o hambre voraz
Si usted reconoce estos signos de sobrecarga de estrés, es hora de hacer algunos cambios, y usted lo sabe mejor que nadie. Su cuerpo le está diciendo que necesita atención: necesita cuidado personal. Cada persona necesita una solución diferente, pero todas necesita primero lo esencial: descanso.
Como cuidador familiar en el hogar tal vez la idea de descansar puede parecerle imposible, pero es vital para su salud y la de la persona que está cuidando. No puede hacerlo todo por su cuenta, sencillamente es así. Su cuerpo ha dejado en claro que ha alcanzado su límite. Necesita hacer cambios para poder continuar apoyándose usted y su familia en el futuro.
Una vez que reconozca que no puede hacerlo todo por su cuenta, es hora de pedir ayuda. Necesitará dejar entrar en su mundo a miembros de su familia o amigos, para ayudar con las tareas. En Serproen entendemos muy bien cuál es  la lista de tareas pendientes y estamos preparados para intervenir durante 1  o 24 horas para brindarle la atención de alivio que necesita.
Estos son algunos de los pasos que puede seguir para recuperarse y mantenerse cerca de la persona que necesita cuidar, aunque sea por unas horas:
– Hágase tiempo para usted y para sus amigos, pareja o resto de la familia. Pasar tiempo haciendo algo que disfruta puede darle un respiro muy necesario. El tiempo libre puede ayudarle a seguir siendo un cuidador eficaz. Además, pase algún tiempo con otras personas que sean importantes para usted. Mantener relaciones que lo apoyen es importante para su salud y bienestar.
– Obtenga más información sobre los servicios de cuidados a domicilio y la cobertura de su seguro social.
– Sea amable y paciente consigo mismo. Deje de lado la autoexigencia, la rigidez y los sentimientos de enojo o culpa. El estrés de cuidar a un paciente puede llevar a algunas personas a desarrollar o aumentar hábitos perjudiciales para la salud, como fumar, beber demasiado alcohol o utilizar indebidamente medicamentos recetados. Si no puede hacer los cambios necesarios por su cuenta, busque ayuda profesional.
– Busque ayuda profesional y consulte con su médico si aun cuando ya tiene ayuda para cuidar a su familiar usted sigue mostrando signos de ansiedad o insomnio.  
Para muchos cuidadores familiares, cuidarse a sí mismos es un concepto nuevo. Sin embargo, para brindar la mejor atención posible a su ser querido, es vital que se tome el tiempo para mantener su propia salud. De lo contrario, arriesga el bienestar propio y ajeno.
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