Hay muchos factores que afectan la calidad del sueño y que influyen en que no pasemos una buena noche, y uno de ellos es la condición respiratoria conocida como apnea del sueño.
Los trastornos del sueño y los problemas aumentan con la edad y más del 50% de los adultos mayores de 65 años  tienen algún tipo de afección crónica relacionada con el sueño, como dificultad para conciliar el sueño, dificultad para dormir y cantidad total de sueño nocturno.
No es ningún secreto que las personas de todas las edades estamos durmiendo menos. Nuestras vidas aceleradas demandan más tiempo, y a menudo eso ocurre a expensas de nuestro sueño. Tampoco debería sorprender que exista una fuerte correlación entre la cantidad y, lo que es más importante, la calidad del sueño que recibimos y el efecto que tiene en nuestros cuerpos. Un adulto de cualquier edad necesita entre 7 y 9 horas de sueño de buena calidad para que su salud no se resienta. Cuando las horas se cumplen, pero hay trastornos en el sueño, es como si hubiéramos dormido esas horas, pero interrumpidas constantemente, lo que altera nuestra salud en general, pero en especial a nivel cognitivo, cardíaco, emocional y en la regulación del apetito y el peso.
 

¿Qué es la apnea del sueño y cuáles son sus causas?

 
“La apnea del sueño es un trastorno común en el que la persona que lo sufre hace una o más pausas en la respiración o tiene respiraciones superficiales durante el sueño. Las pausas pueden durar entre unos pocos segundos y varios minutos. A menudo ocurren entre 30 veces o más por hora”. Así definen los especialistas a este trastorno.
Como sabemos, respirar no es un proceso voluntario (uno no puede dejar de respirar, aunque lo intente), y está regulado por un área del cerebro, que mantiene la respiración mientras dormimos. Pero a partir de los 40 años, y con más frecuencia en los hombres, se puede presentar apnea mientras dormimos y de acuerdo a sus causas, existen 2 tipos de apneas:
 

1- Apnea del sueño central:

 
Sólo el 10% de las apneas del sueño son de origen “central”. En estos casos, los músculos de la respiración fallan temporalmente debido a un problema de la estimulación de los receptores y le dan una información errónea a nuestro cerebro que altera el ritmo de la respiración. La apnea central del sueño puede ser ocasionada por:
>Obesidad
>Enfermedad de párkinson
>Insuficiencia cardíaca
>Ciertos medicamentos
>Condiciones médicas que afectan el cerebro (es decir, accidente cerebrovascular, infección cerebral)
 

2- Apnea del sueño obstructiva:

 
En el 90% de casos restantes se trata de este tipo de apnea. Mientras envejecemos los músculos de la faringe se “ablandan” y relajan durante el sueño y las vías respiratorias se obstruyen. Al obstruirse las vías respiratorias se produce una falta de aporte de oxígeno y un aumento del dióxido de carbono mientras que la frecuencia cardíaca se reduce considerablemente. El aumento de CO2 en el cerebro produce un aumento de la actividad respiratoria y, por lo tanto, se produce hiperventilación y la apertura de las vías respiratorias, al mismo tiempo que se acelera la frecuencia cardíaca. En ese momento de hiperventilación se produce el conocido ronquido fuerte, que es la forma más común de identificar que la persona sufre de apnea. No solamente la edad es la causante de la apnea del sueño obstructiva, también la desencadenan estos factores:
>Sobrepeso
>Amígdalas aumentadas
>Causas naturales como nacer con garganta más estrecha o tener la lengua más grande que cae hace atrás y obstruye la respiración
>Alcohol
>Fumar

Riesgos de la apnea del sueño:

 
La mayoría de las personas no sabe que las apneas del sueño pueden ser muy peligrosas en los adultos mayores. Entre los problemas de salud que pueden ocasionar se encuentran:

  • Fatiga

Una de las complicaciones más comunes es la fatiga diurna. En casos de apnea del sueño severa, pueden transcurrir lapsos en la respiración 20 veces o más en una hora. Eso puede significar que solo tiene cuatro horas de sueño versus las seis a siete horas recomendadas.
La apnea del sueño puede provocar dificultad para concentrarse y fatiga extrema. Puede quedarse dormido durante el día, mientras ve la televisión o mientras conduce.
La fatiga a veces puede llevar a irritabilidad y depresión.

  • Disminución cognitiva:

La falta de oxígeno, aunque sea durante instantes, pero muchas veces durante el sueño, provoca deterioro de nuestro cerebro, como la pérdida de memoria, depresión, mal humor, etc. Incluso se ha relacionado la apnea del sueño con la aparición temprana del alzhéimer.

  • Diabetes:

Las personas que tienen diabetes y sufren de apnea del sueño tienen más probabilidades de desarrollar resistencia a la insulina, lo que puede conducir a la diabetes tipo 2.

  • Problemas cardíacos y de presión arterial:

Durante los segundos en que ocurre la apnea, el organismo no recibe oxígeno. Esto puede ejercer presión excesiva sobre el corazón y aumentar la presión sanguínea. La apnea del tipo obstructivo también puede aumentar el riesgo de tener un accidente cerebrovascular.
Las personas con problemas cardíacos y apnea del sueño tienen más probabilidades de morir repentinamente a causa de un latido cardíaco irregular.

  • Complicaciones por cirugías y medicamentos:

Las personas que tienen apnea del sueño tienen más probabilidades de desarrollar complicaciones después de la cirugía. También es más riesgosa la anestesia general y algunos medicamentos.

  • Problemas en el hígado:

Las personas con apnea del sueño tienen más probabilidades de tener zonas del hígado dañadas, condición conocida como enfermedad de hígado graso no alcohólico.

Tratamiento de la apnea del sueño:

 
El tratamiento de la apnea comienza diciéndole al médico que la persona la padece. En general es la pareja o un familiar que duerme cerca quien dice que ronca mucho y que deja de respirar por unos segundos. Dé importancia a estos comentarios y dígale a su médico.
La apnea del sueño se trata con cambios en el estilo de vida, dispositivos bucales, dispositivos respiratorios y cirugía. Normalmente no se usan medicamentos en el tratamiento de esta enfermedad.
Cambios de estilo de vida: bajar de peso, dejar cigarrillo y alcohol, dormir de costado.
Dispositivos bucales: es una prótesis que puede comprarse o bien hacer a medida con el odontólogo. Es una placa que ajusta la mandíbula inferior y la lengua para mantener abierta la vía respiratoria.
Dispositivos respiratorios: la presión positiva continua en las vías respiratorias (CPAP, por su sigla en inglés) es el tratamiento más frecuente para la apnea del sueño entre moderada e intensa en adultos. El equipo de CPAP tiene una mascarilla que cubre la boca y la nariz, o solo la nariz.
El equipo envía aire suavemente a la garganta. La presión del aire ayuda a mantener las vías respiratorias abiertas durante el sueño.
Cirugía: Algunas personas con apnea del sueño se pueden beneficiar de la cirugía. El tipo de cirugía y el efecto que ésta tenga dependen de la causa de la apnea del sueño.
La cirugía se realiza para ensanchar las vías respiratorias. Por lo general consiste en encoger, tensar o retirar el exceso de tejido de la boca y la garganta, o en reacomodar la mandíbula inferior.
En general, cuando la apnea del sueño es tratada con éxito, las personas se sorprenden al ver lo bien que se sienten ahora que duermen sin esas interrupciones en la respiración y su calidad de vida aumenta considerablemente.
 
Fuentes:
National Heart, Lung and Blood Institute
– American Toracic Society
-Cleveland Clinic
 

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