Uno de los mayores desafíos del adulto mayor viviendo en su propio hogar o en una residencia es el de socializar con amigos, familiares o conocer gente nueva. El aislamiento es un problema muy común en esta etapa de la vida y socializar en una residencia puede ser un desafío que preocupa a quien va a mudarse.
Y no es una cuestión menor. Un estudio de la Universidad de Stanford  concluyó que el estilo de vida y la actitud social tiene mayor influencia en la calidad de vida del adulto mayor que lo que los genes podrían determinar.
Una de las razones por las que un adulto mayor elige vivir en una residencia es por la oportunidad de socializar con pares y emprender actividades en grupo. Estos programas están diseñados para cumplir con las necesidades personales desde el punto de vista emocional, intelectual, espiritual, social o vocacional.
Sin embargo, a la hora de mudarse a una nueva residencia, suele cargarse con un equipaje emocional (timidez, falta de confianza, baja autoestima, falta de experiencia social, etc.) que puede parecer un obstáculo para socializar.
Como en el primer día de escuela, trabajo, universidad, el “nuevo” se siente un extraño, o que está siendo observado y juzgado a primera vista, lo que puede resultar atemorizante. Así que, además de recordar cómo superamos esas situaciones del pasado, no está de más tener en cuenta estos consejos que recopilamos de los residentes de nuestros hogares para el adulto mayor.

1- Mientras se acomoda

Es probable que algunos integrantes de su familia lo hayan acompañado a su nueva residencia para ayudarlo a desempacar y establecerse. Aproveche la compañía para presentar a su familia a cuanto vecino curioso pase a conocer “al nuevo”. Junto a nuestros seres queridos solemos ser más simpáticos y accesibles, así que es buena oportunidad para romper el hielo, dar el primer paso de las presentaciones y comenzar a socializar en una residencia.

2- A explorar

Cuando el vértigo de la mudanza haya terminado y todo se encuentre en su lugar, puede sentir que no sabe qué hacer a continuación. ¡A explorar se ha dicho! Más allá del espacio personal habrá áreas comunes y paseos al aire libre que es necesario conocer para socializar en una residencia.  Las personas que se encuentre lo saludarán y son otra oportunidad de conocer gente. Si hay cafetería, gimnasio o lugar de recreación dentro de la residencia o en zona cercana, es el momento de llegarse por ahí.

3- Presentarse

Es normal que pueda sentir que la gente lo está mirando. Al fin y al cabo, usted es el chico nuevo del barrio. Ellos también pasaron por lo mismo en algún momento. La gente es curiosa y receptiva a que usted se acerque y se presente, dando la mano, diciendo su nombre, de dónde viene y cualquier cosa que le parezca oportuna. Recuerde preguntar lo mismo acerca de la otra persona. Puede encontrar intereses en común con algunas personas desde el primer día, y será la puerta para conocer más gente. En unos días, todos lo conocerán por su nombre.

4- El primer contacto

Todos podemos conocer el primer amigo que tuvimos en la escuela o la universidad. Esa persona quedó en nuestros corazones como alguien muy especial. Socializar en una residencia no es muy diferente: también aquí habrá alguien con el que se sentirá cómodo por primera vez, con el que conectará y le contará sus experiencias, correspondiendo genuinamente a su necesidad de socializar. Será su persona especial en esta nueva etapa, pero siéntase libre de seguir creciendo y conociendo gente a partir de allí.

5- El personal

Así como un residente será un primer y especial contacto, es frecuente que el adulto mayor conecte de forma especial con algún miembro del personal de salud, administración, mantenimiento, cocina, chofer, asistente social, etc.
Estas personas ahora también forman parte de su vida, las verá todos los días. Tener una relación sana con ellos, saludándolos, preguntándoles cómo están, tratándolos con respeto, será de gran beneficio para su vida social. Ellos están comprometidos a lograr su bienestar, así que, si lo conocen, podrán satisfacer mejor sus necesidades.

6- Los espacios creados para socializar en una Residencia

Las áreas comunes como la sala de TV o juegos, el área de comedor, la biblioteca o el gimnasio suelen parecer amenazadores porque no son espacios que uno tenga en su casa. Son totalmente nuevos y suelen estar llenos de gente en horarios pico. Adentrarse ahí puede ser todo un desafío para alguien introvertido. Si es su caso, recuerde que el aislamiento no es saludable para las personas mayores y socializar en una residencia lo beneficia de muchas maneras. Un área común ofrece muchas oportunidades para socializar mientras se hace algo placentero, como mirar la televisión, jugar o comer. De todas formas, si no quiere comenzar a relacionarse de golpe, sentarse a leer un libro en estas áreas es una forma de guardar su espacio personal.

7- LAS MEJORES CONVERSACIONES

En una Residencia de Adulto Mayor, el tiempo no es un factor apremiante. No hay necesidad de conversaciones cortas y hay tiempo para pensar y escuchar detenidamente. Después de todo, volverán a encontrarse mañana y el día siguiente, así que no hay ningún apuro. Conversar construirá sus relaciones, habilidades sociales y autoestima. Cuando habla con nuevos amigos, tiene que acostumbrarse a diferentes estilos de comunicación, mientras que otros hacen lo mismo por usted. Tómelo con calma, trate de evitar el nerviosismo, recuerde que todos estuvieron en su lugar alguna vez y tendrá las mejores conversaciones de su vida.

8- RECABE INFORMACIÓN

Para evitar sentirse torpe o cohibido, lo mejor es informarse sobre las rutinas y actividades, y encontrar las que más le atraigan y serán buena oportunidad para socializar en una residencia. Tenga paciencia, no tiene que saberlo todo el primer día, ya habrá tiempo para descubrir nuevos espacios y hacer nuevos amigos. La sensación de estar acomodándose pasará sin que se dé cuenta y de pronto estará dándole la bienvenida a otro chico nuevo del barrio.

Fuentes:

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